sábado, 7 de enero de 2012

El Fantasma de la Opera visita el Teatro Florida...


Pese a lo que algunos "estudiosos" en la materia opinan... los ectoplasmas (o fantasmas) no son invisibles a los sensores de movimiento de las alarmas.

Durante la tarde de hoy, sábado, así ha quedado demostrado en el Teatro Florida: Aún sin saber ni cómo ni por qué, la puerta lateral del Teatro, que actúa como salida de emergencia al callejón derecho, ha aparecido abierta como por "arte de magia" saltando la alarma de nuestro edificio municipal. 

Durante el paseo de rigor a mi perro, con bolsita para excrementos en su correa, observo esta situación con sorpresa y, tras observar que en los alrededores no había signos de mantenimiento ni preparativos para una próxima función, procedo a poner esta situación, a través del 092, en conocimiento de la Policía Local.

Por supuesto, no es ésta la ocasión para analizar el tiempo de respuesta ante este tipo de emergencias, ya que entiendo que irá según prioridades, como se marca en el conocido "TRIAGE" de nuestro Hospital...

Coincidiendo con la instalación de un control rutinario de Policía Local en la Rotonda de la Renfe, y al ser avisados igualmente por una vecina del inmueble vecino al Teatro, se personan en el Edificio Cultural, dos efectivos del Cuerpo: el Oficial de servicio y un agente.

Efectivos policiales acuden a la llamada al 092
Tras comprobar que la puerta de acceso al Teatro se encontraba abierta, procedieron inmediatamente al reconocimiento ocular del interior y aviso al personal de mantenimiento, verificando que "no existían indicios de daños ni delito", según le comunica personalmente el Oficial a quien subscribe, continuando con el protocolo de seguridad, mientras finalizan el control del edificio y se procede al cierre del mismo por el personal de mantenimiento.

Entendiendo que este hecho aislado ha sido provocado de forma totalmente fortuíta por algún fallo en el sistema de seguridad antiincendios o sistema eléctrico, que haya abierto la puerta (como sería de esperar en caso de emergencia), espero que no se repita salvo que sea estrictamente necesario.

Si el incidente ha sido provocado por el fantasma de la Opera, espero que convierta nuestro Teatro Municipal en un lugar tan emblemático como el de la novela de Gastón Leroux que, desde el 19 de noviembre de 1909, se ha convertido en tema y escenario de multitud de versiones, haciendo de la Ópera Garnier un edificio multitudinariamente visitado. Sería signo de bonanza y progreso de la cultura en nuestra ciudad, e igualmente beneficioso cultural y económicamente.

Pero si, como me temo, es fruto de un descuído u olvido, y tras las desafortunadas experiencias sufridas por el Florida el pasado 10 de diciembre, éste volviera a sufrir algún tipo de acto vandálico, pues... ¡TEN CUIDAO, PISHA! Que esta obra ha costado mucho dinero y los fondos salen del mismo sitio que para otras cosas muy necesarias en estos tiempos. 

Por cierto, tengo entendido que el comedor del Carmen está pasando apuros... Sr. Alcalde, vamos a revisar la política de subvenciones locales ¿verdad? Porque no considero justo que unas ONG's reciban ayudas para sus actividades (cuando les apetece llevarlas a cabo) mientras otras que realmente están realizando una labor social y humanitaria, las estén pasando canutas. Sé que esa es su intención... ¡HECHOS SON AMORES!

jueves, 5 de enero de 2012

Al Gigante de Botafuegos, le dan la lata...


¿Qué será ese ruidito que suena por ahí? 
Ni de noche ni de día, nos deja de dormir...

Rastrillo de recogida de juguetes en la Plaza Alta
 Como cada 5 de enero, esta mañana han "tomado" las calles de Algeciras niños y mayores provistos de sus tradicionales carruseles de latas. Cada año, salen a la calle haciendo gala de imaginación y diseño industrial, miles de niñ@s algecireñ@s acompañados de sus padres con verdaderas obras de "arte" arrastradas en un intento de ser el más original de esta singular manifestación. En algunos casos, el coloso metálico creado, debido a los medios utilizados, pierde todo su sentido y efectividad, al amortiguar el estruendoso sonido de las latas al chocar con el suelo, que es la verdadera finalidad de esta mañana.

Foto de archivo.
Existe alguna versión sobre el origen de esta costumbre popular, que narra sus orígenes, cuando la ciudad de Algeciras no era aún ni la más mínima imagen de lo que es hoy en toda su extensión. El gigante "Botafuegos" (cuyo nombre hace preveer la forma que tenía de provocar el terror entre los algecireños) para hacer sufrir a los pequeños y mayores, provocaba con sus patadas al suelo grandes hogueras que cubrían de humo a lo que por entonces era la pequeña villa costera de Algeciras, evitando que fuera visible desde el cielo, y haciendo así que los Reyes Magos pasaran de largo y no dejaran los juguetes y regalos que en las casas de la villa se esperaban...

Lejos de ser ésta la verdadera historia del arrastre de latas, sin ser más que una versión literaria (aunque especialmente bonita) del origen del nombre de Botafuegos, fusionado con la reivindicación infantil, nos encontramos con la triste y cada vez más presente realidad:

Operación de recogida del Banco de alimentos.
Los niños de aquí (y según algunas versiones, otros lugares) cansados de encontrarse la mañana de Reyes sin regalos en sus humildes hogares (supongo que alguno sí tendría regalos, por no temer o estar bajo la amenaza del Gigante), comenzaron a llamar la atención de los mágicos monarcas (más magos que regios) con ruidosas latas, sartenes, cacerolas y demás utensilios de cocina, que hacían temblar a madres y abuelas por su ajuar, atestiguando que en Algeciras, como en otras poblaciones, estaban presentes niñ@s que también tenían derecho a dibujar una sonrisa en su inocente rostro la mágica mañana del día 6.

Céntrica calle comercial
"desierta"
En cuanto al Gigante, más que pintarlo con ardientes botas y largas barbas, podemos ponerle ropas de lujo y a alguno, incluso, caras conocidas del papel cuché, que sigue considerando como un favor a las familias que para él trabajan, darles el sobrecito del aguinaldo navideño y que, en ciertas épocas históricas, como puede ser la actual, no se lo pueden permitir... Como siempre se olvida que el principal capital de una empresa son sus trabajadores, verdaderos pilares de toda economía.

Por ésta y alguna que otra razón más... como quienes tienen en sus manos la honda con la que David derribó a Goliath, el gigante, no la carguen con la piedra de la Justicia, la Sabiduría y la Bondad, vamos a presenciar como cada año aumentará más y más el número de latas que salen a la calle, en ésta y muchas más ciudades y pueblos del mundo...